Tratados de Yoga
Una antigua leyenda relata que
un pez fue testigo de la enseñanza dirigida a Parvati por su consorte Shiva, al
ser descubierto fue desterrado a través del océano llegando a las costas de la
India. Al salir a la playa se convirtió en un hombre al que los pobladores nombraron
Matsyendra, en agradecimiento, se dedicó a enseñar todas las ásanas que había
aprendido.
La enseñanza Védica señala que
el Conocimiento Divino se decanta a nuestro mundo en forma de ideas o
pensamientos que son captados por seres desarrollados en conciencia. Esta forma
de contacto se denomina Shruti, y es una revelación otorgada por Shiva o sus Avatares
como Babaji a los sabios que logran la conexión con las elevadas esferas donde se encuentran estas energías, estos a su vez, lo transmiten por Smriti a los seres humanos dispuestos
a realizarlos.
Matsyendra fue un Rishi que obtuvo la Revelación del Adiyogi Shiva en un tiempo no determinado. Una historia menciona que Matsyendra era un pez que atestiguó la enseñanza del Yoga que Shiva le transmitió a Parvati, al ser descubierto fue desterrado surcando los mares, al llegar a tierra milagrosamente se convirtió en hombre, los lugareños lo acogieron, vistieron y alimentaron nombrándolo Señor de los Peces, en agradecimiento transmitió la ciencia del Yoga a su discipulado.
Algunos de los Sidhis que obtuvieron Sruti, revelación, plasmaron estos conocimientos en tratados (manuales) para transmitirlos en forma de Sutras o aforismos, que guardan enseñanzas profundas que deben ser descifradas por los estudiantes mediante procesos contemplativos o meditativos. Otros sutras describen las asanas o posturas correctas, mudras y bhandas que permitan al cuerpo físico resistir sin molestias el tiempo dedicado a la meditación logrando con esto detener las fluctuaciones mentales.
Existen innumerables tratados
con importantes aportaciones para los que desean seguir el camino de la
Filosofía Yóguica, entre estos podemos mencionar: Gheranda Samhita, Siddha
Siddhanta Paddhati, Hatha Yoga Pradipika, el Shiva Samhita, otorgados a la
humanidad en años lejanos. Uno de los tratados más leídos es el Bhagavad Gita,
un verso sagrado que en aspectos esotéricos nos menciona la guerra interna que
vive cada ser humano y nos guía a la victoria si utilizamos la herramienta
llamada Yoga en sus distintos aspectos o formas. Otro escrito del cual han
derivado varias obras comentadas son los Sutras de Patanjali, un sabio que vivió
antes de la era cristiana que nos legó el Ashtanga Yoga, ocho pasos que nos
llevan a la culminación del sendero que es la Unión con el Ser interior.
El análisis de los aforismos,
en su aspecto filosófico, abre la mente a verdades universales que, por
condicionamientos socioculturales o de otro tipo, permanecen ocultas en nuestro
subconsciente. Un ejemplo de ello es el no aceptar o respetar otros senderos
espirituales diferentes al que se practica, cuando lo que nos muestra el
Sanatam Dharma es que cada camino que nos conduce a la Luz se puede considerar
correcto. Correlacionando: todo sendero que nos lleva a la Unión con la
Conciencia Universal es Yoga.
En conclusión, todos los
tratados tienen un origen divino: Shiva. Todos nos llevan a la Unión con el
Ser, siempre y cuando se pongan en práctica, no importa lo antiguo o recientes
que sean, las ásanas son las mismas, las austeridades, por igual, la
alimentación sugerida puede variar culturalmente, pero es universal. Las formas
se pueden adaptar a la época y condiciones de cada persona.
Gerardo A. Zetina Arceo
GAZA.