viernes, 12 de diciembre de 2014

COMPRENDIENDO EL PASADO Y CREANDO EL FUTURO, UN ENFOQUE BUDISTA

“SABIO ES AQUEL QUE COMPRENDE PLENAMENTE LAS TRES FASES DE LA VIDA: EL PASADO, EL PRESENTE Y EL FUTURO”
NICHIREN DAISHONIN, GOSHO ZENSHU

Que la buena fortuna los acompañe por siempre, en mi envío de hoy menciono una de  la frases de un monje sabio del Japón (1222 – 1282) quien difundió las enseñanzas del budismo proveniente de la China y creó una escuela en la que lo consideran como una reencarnación del Buda histórico.
Dentro de las enseñanzas difundidas por este sabio, se menciona que el Buda Sakyamuni hablo de lo sucedido en inconmensurables kalpas antes de su existencia, de la misma manera, hablo del futuro cercano, hizo la predicción de su muerte tres meses antes de que sucediera, y habló también del futuro distante y de la suerte de la doctrina que recién impartía.
En el budismo, al hablar de la Ley de Causa y Efecto, y ponerla en práctica, el creyente se transforma en un sabio, porque está consciente de sus actos presentes y sabe lo que ocurrirá en el futuro próximo o distante, de acuerdo a estos actos.
Mi maestro me confió una vez que solo los practicantes budistas podían comprender a plenitud su vida y transformarla de acuerdo con la experiencia de la meditación discursiva o reflexiva. A poco comprendí la verdad de esta afirmación.
Este maestro de vida me enseñó que para practicar el budismo hay que tener coraje, determinación  y valentía, porque al meditar reflexivamente, en el inicio de la práctica budista, muchos abandonan por el temor que surge al descubrir a sus demonios, por ver el infierno en que se han convertido sus vidas, y eso porque solo escudriñaron brevemente su pasado.
En el inicio de mi práctica, cuando mi vida era un caos en todos los aspectos, y comencé mi   experiencia budista, a través de la meditación reflexiva y discursiva me descubrí enfrentando mis demonios y temores o traumas, como dijera algún practicante de la psicología moderna, realmente tuve la intención de abandonar lo que recién inicié cuando vislumbre el pasado de mi actual existencia , sin embrago, gracias a la guía acertada de mi maestro que reforzó mi determinación pude continuar adelante y transformar mi vida, o como dicen los camaradas de la Soka Gakkai, concreté mi Revolución Humana.
No quiero decir con esto que alcancé la sabiduría plena o que me ilumine totalmente, pero si pude ver en mi interior y trabajar para transformar aquello que se debía cambiar y mejorar en lo personal para poder mejorar mi entorno y disminuir el sufrimiento.
Y realmente, el ser humano cuando descubre lo que hay dentro de sí, prefiere ocultarlo en lo más profundo de su ser antes que enfrentarlo y superarlo, prefiere abandonar un camino de recuperación y sanación  y perderse en la espesura del sufrimiento ¿esto es sabiduría?
Un practicante budista, brahmán o hinduista, compartimos un origen común,  siempre tendrá en su mente el pasado lejano o cercano como indicador de su sufrimiento presente o futuro, si se realiza un acto incorrecto, el resultado lo sufriré en este presente, en este momento o bien en un futuro, pero irremediablemente lo padeceré, esto es la Ley de Causa y Efecto, por ejemplo, en un plano físico, si soy un fumador empedernido es casi seguro que a la larga, en mi futuro, sufriré las consecuencias de este exceso, enfisema, cáncer, problemas cardiológicos, etcétera, irremediablemente existe un momento en que será mi presente.
Los actos realizados a nivel espiritual, hablemos de emociones o intenciones, igualmente tienen su reflejo en el futuro, son como semillas que se tiran sobre la tierra, algunas germinan, tarde pero lo hacen, otras nunca tienen desarrollo, en el plano existencial se debe a que a través de una práctica constante logramos eliminar o minimizar el efecto de estas acciones, por terribles que fueran.
Si hablamos de una emoción como los celos, si nos dominan a la larga sufriremos por ello y generaremos sufrimiento en otras personas, crearemos fantasmas en nuestra mente y en casos extremos la gente llega al crimen, condenándose a mayores sufrimientos en una cárcel y en caso de escapar a la justicia, el sufrimiento mental generado es enorme aunado a la soledad emocional.
El ser humano debe de estar muy consciente de los actos de su vida presente ya que estos al segundo ya pertenecen al pasado e influirán en nuestro futuro y se convertirán en nuestro presente en un momento determinado. Ahí radica la consciencia de nuestra existencia, en asumir nuestra responsabilidad, en situarnos en la realidad de nuestra existencia en vez de vivir en la ilusión, de soltar los apegos que nos nublan la razón y generan sufrimiento emocional en dispensar amor y comprensión a todos los seres sintientes.
Es donde podemos aplicar la sabiduría de Nichiren al invitarnos a comprender plenamente las tres fases de la vida: el pasado, el presente y el futuro.
Gracias y hasta la próxima entrega 
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SARAHA (GAZA)