“NADIE NOS SALVA,
EXCEPTO NOSOTROS MISMOS, NADIE PUEDE Y NADIE PODRÍA, NOSOTROS DEBEMOS ANDAR POR
EL SENDERO”
BUDHA
Bienvenidos queridos amigos,
hermanos en la fe y todos aquellos que buscan el camino espiritual que les dote
de paz y tranquilidad en su vida.
Esta vez me enfocaré en la frase
que encabeza esta entrega, me parece importante su significado, sobre todo para
los practicantes del budismo, en cualquiera de sus sectas o doctrinas, en
realidad ¿hay algo o alguien que pueda salvarnos del karma generado a través de
múltiples existencias?; ¿Existe alguna entidad todopoderosa que nos saque de
nuestro sufrimiento o estado de infierno como por arte de magia?.
El budismo no considera esta
posibilidad, es verdad que algunas doctrinas budistas poseen un panteón con
deidades protectoras a las que se reza y encomienda la liberación o iluminación
del ser, sin embargo, debemos tener en cuenta que estas deidades son una
representación de nuestras emociones y estados de ánimo, son símbolos que
reflejan la mente de cada uno de los creyentes.
Además, la filosofía budista es
incluyente, no excluyente, por lo que al adoptarse como religión o filosofía
complementaria o sustituta permite la conservación de algunas creencias
culturales propias de la idiosincrasia de cada pueblo
Mucho se habla de la disminución
de la carga karmática de cada persona, de disminuir el efecto de la causa creada
a través de generar causas contrarias, de realizar ofrendas y orar o recitar
mantras por innumerables períodos de tiempo y cantidades que se nos hacen
inconcebibles, sobre todo a los que vivimos en occidente, que nos hemos formado
en otra cultura, en el materialismo, donde todo se maneja con números y tiempos por
cumplir.
¿Será que para los occidentales
no hay salvación debido a lo ajetreado de sus existencias? El budismo nos enseña que todo ser humano es un budha en potencia, por lo
tanto toda persona es capaz de alcanzar la iluminación o al menos la liberación
y por ende la salvación, no me refiero a la salvación del alma, esto no es
parte de la creencia budista, me refiero al no renacimiento, a la no creación
de karma, a la unión definitiva con el universo.
Para salvarnos, es necesario ser
parte activa de este proceso, no podemos estar pasivos esperando que un guru o
algún maestro iluminado por arte de magia nos libre o nos salve de nuestros
actos causales, no, esto no es posible, nos pueden brindar luz, nos pueden
hacer comprender lo futil de nuestros actos pero no pueden hacer las cosas que
debemos hacer nosotros, no pueden corregir el karma que hemos creado, no es
como ir con un mecánico para que nos arregle el auto, esto no es posible.
Después de un proceso de
meditación y aceptación de la responsabilidad de nuestros actos solo nosotros y
nadie más podemos realizar nuevas acciones que disminuyan la fuerza del karma
generado, es cierto que sufriremos las consecuencias de lo hecho, pero con
menos intensidad, con una suavidad no esperada, puede ser tal que pensemos que
no hubo respuesta a una acción, pero no es así, aún la suave briza es un
rescoldo del viento.
Es muy común en gente que
proviene de otras creencias religiosa y adopta el budismo como una mejor
opción, creer que el Budha, los mandalas o las entidades benefactoras del
budismo en cualquiera de sus acepciones pueden realizar cosas (milagros) por
nosotros sin que movamos un solo dedo, siguen creyendo en sus santos trasladando
esta imagen mental a las deidades
budistas que solo representan nuestras emociones.
El budismo es acción, en él, y
hablo de mi experiencia, el practicante aprende a asumir la responsabilidad de
sus actos, a ser responsable de sí mismo y a hacer lo posible por cambiar las
cosas que puedan afectar su vida o la de los que forman su entorno, recordemos
que para un practicante budista “el presente es el resultado de su pasado y el
futuro es el resultado de su presente”, por tanto solo estando conscientes de
nuestros actos presentes podemos cambiar nuestro karma.
Recordemos que parte del
significado de estar en el sendero es ir en el centro de las cosas, es ir en tu
centro, no buscar los extremos ya que ahí pueden existir situaciones que
impidan nuestro desarrollo, es estar consciente y hacer lo correcto, el budha
nos ha mostrado el camino, y los budhas que lo siguen por igual, nosotros los
tercos humanos simples, en ocasiones queremos hacer las cosas a nuestra manera
y olvidamos las enseñanzas perdiéndonos en los caminos aledaños al sendero
creyendo que estamos en el camino amarillo y solo estamos en una vereda llena
de zarzas.
Utilicemos nuestro intelecto para
meditar acerca de las enseñanzas y
encontrar el significado oculto entre líneas para evitar desviarnos de nuestro
centro, recordemos que de acuerdo con
las sabias palabras de Jiddu Krishnamurti, el mejor maestro somos nosotros
mismos, los únicos que podemos
comprender nuestros actos, saber lo correcto o incorrecto de ellos y en qué forma podemos modificar sus resultados
somos nosotros mismos, ningún rezo hecho por personas ajenas, ningún maestro o
guru, ningún santo o deidad podrá salvarlos sino ustedes mismos, ya sea que
oren, mediten, hagan ofrendas o sacrificios, según sus creencias, solo su
práctica personal y su determinación inquebrantable por salir del plano del
sufrimiento o de los mundos inferiores hará posible que hagan realidad su
revolución humana en cualquier ámbito de la vida, ya sea el material,
espiritual, físico o emocional. Somos los arquitectos de nuestro destino y tengamos presente las
sabias de Budha “todo se origina en la mente”.
Hasta pronto y reciban
bendiciones.