viernes, 26 de junio de 2015

LOS DIEZ FACTORES

“EL VERDADERO ASPECTO DE TODOS LOS FENÓMENOS SOLO PUEDE SER COMPRENDIDO Y COMPARTIDO POR LOS BUDAS. ESTA REALIDAD CONSISTE EN APARIENCIA, NATURALEZA, ENTIDAD, PODER, INFLUENCIA, CAUSA INTERNA, RELACIÓN, EFECTO LATENTE, EFECTO MANIFIESTO, Y SU COHERENCIA DE PRINCIPIO A FIN.”
SUTRA DEL LOTO

Buenos días, estimados amigos,  en esta entrega trataremos como seguimiento a los diez estados, el concepto de los diez factores expresados en el Sutra del Loto y expuestos por el sabio Nichiren Daishonin, y que es piedra angular de la filosofía de vida de los practicantes del Budismo de Nichiren y promovidos por la Soka Gakkai.
El estudio de los diez factores permite al practicante la comprensión de la manera en que la vida pasa de un estado a otro, recordemos que los diez estados son: infierno, hambre, animalidad, ira, humanidad, éxtasis, aprendizaje, comprensión intuitiva, bodhisatva y budeidad. (ver los diez estados en este blog).
Estos factores son comunes a todas las formas de vida y a todos los fenómenos lo que hace que no exista una diferencia entre un hombre común y un buda, y que todos los seres sintientes posean estos factores inherentes a su forma y vida ya que están presentes en cualquiera de los diez estados antes citados.
La comprensión de los diez factores nos permite además crear empatía con el sufrimiento de otras personas, descubrir las situaciones que podemos cambiar de nuestra vida para evitar caer en los estados bajos, mantenernos serenos y calmos y realizar con mayor eficacia nuestra revolución humana.
Iniciemos con el análisis de cada uno de los diez factores según su aparición en el Sutra del loto.
APARIENCIA: El primero de los diez factores es la apariencia, todos los seres poseemos una forma, determinado color, silueta, etc. Es lo que los científicos llaman fenoma, lo que nos da una imagen física individual y que nos hace diferentes de los demás, altos, bajos, gruesos, delgados, espigados, rechonchos, esto en el aspecto físico y mencionando a los seres humanos, sin embargo, los animales las plantas y el reino mineral poseen formas y colores determinados, siluetas específicas a su especie, recordemos la silueta de una montaña recortándose contra el horizonte en un amanecer o atardecer, es una imagen única.
Sin embargo, si hablamos de la apariencia como una cosa física o material todos los seres quedaríamos como poco menos que cosas, piedras o plantas, sin embargo en el hombre se presenta otra característica propia de la apariencia, esta es la conducta, como parte de este factor la dirección que toma la forma de actuar de las personas establece la diferencia con otros reinos y dentro de nuestro conglomerado humano, la conducta establece en muchas formas la actitud que se demuestra ante la vida, la sociabilidad de la persona, la convivencia familiar el afán por sobresalir y prestar servicio a los demás, el egoísmo, el apego, una infinidad de situaciones que se pueden definir a través de la conducta del ser humano. Es un aspecto de juicio y de razón, es algo que podemos modificar para lograr la revolución humana de cada ser en particular.

NATURALEZA: el segundo factor nos habla de la capacidad o potencial inherente en cada ser, esa fuerza invisible inmutable e irremplazable que está en nuestro interior como fuerzas dormidas que cada persona es capaz de activar.
Así, por ejemplo tenemos la naturaleza de Buda en forma potencial  y que activamos en nuestros momentos de meditación u oración o los de abstracción en la imagen del buda.
En un enfoque humano, tenemos la naturaleza en nuestras mentes y consciencia las que permanecen dormidas hasta que decidimos activarlas, creando consciencia de nuestra realidad, de nuestro ambiente y empezamos a cambiarlo a través de un proceso mental que conduce a nuevas actitudes y conductas que logran la mejora en nuestro entorno y por ende en nuestras vidas.

ENTIDAD: Este factor representa la esencia de la vida, es la integración de la apariencia y la naturaleza, es sustento de nuestra individualidad, se refleja en el exterior en nuestra apariencia y en lo interior en la naturaleza de nuestra vida.
Recientemente disfrute de un concierto de piano excelente en el internet, alguien subió un video que presentaba a un indigente, cuya apariencia denotaba una persona enferma con adicciones y que nadie pensó que fuera un ser dotado con el don de la música, tocaba en forma gloriosa el piano extasiando a quienes lo presenciaron tanto fisícamente como en forma virtual. Su naturaleza dormida afloró por un instante, que maravilla.
Por lo general se asocia a las personas con una apariencia dura, fiera, deprimente y otras que calificamos de negativas como entes con una naturaleza grosera, (en el contexto de gradación, de lo grosero a lo sutil) y por lo contrario, una apariencia agradable , tranquila, limpia nos lleva a la conclusión de que la naturaleza de la persona es sutil, etérea, por lo que la entidad nos lleva a la elaboración de un juicio, de juzgar lo que vemos y suponer lo que no podemos ver, no obstante, muchas veces la naturaleza es diferente a la apariencia, recuerden que debajo de la piel de cordero se esconde el lobo.

PODER: Es la capacidad de la vida de actuar, de luchar, de obtener logros. Es lo que nos impele a actuar de determinada forma, por ejemplo, el Bdhisatva tiene el poder de ayudar a los demás, este poder puede estar oculto, no lo descubrimos, mucha gente sufre porque quiere hacer cosas o ser de determinada manera y no ejerce su poder para hacerlo. Cierto que no podemos cambiar nuestra apariencia dada por genoma o fenoma, pero si podemos cambiar nuestra apariencia con atuendos adecuados, higiene personal, amor por nosotros mismos, ese es el poder que debemos generar, la capacidad de cambio que tenemos en forma inherente.

LA INFLUENCIA: El quinto factor lo activamos cuando ejercemos o despertamos el poder inherente en nuestro ser, la influencia por tal motivo se da por la palabra, la acción y el pensamiento y como todo en este mundo puede ser positiva o negativa, así se habla de malas influencias a nuestros hijos, ese es el poder que ejercen otros sobre algunos, influyen y modifican sus hábitos, sus acciones su forma de pensar.
El poder y la influencia actúan en el plano espacial, son elementos que podemos visualizar, sentir, ya que se manifiestan en forma física o emocional, los demás factores son temporales, es decir, actúan en el modo de tiempo, se generan causas que a lo largo del tiempo generan resultados o efectos.

LA CAUSA INTERNA: Es la causa generada en forma interna que se mantiene latente en nosotros, por ejemplo, en un momento de nuestra existencia generamos un pensamiento, por decir, deseamos a alguien o algo, esto lo  vamos madurando, también puede ser un sentimiento de resentimiento o de molestia que va creciendo, sin embargo aún no se manifiesta, queda como algo interno, algo de nosotros que no somos capaces de expresar aún, estas causas pueden durar momentos o años incluso, puedes vivir con una causa interna desde tu niñez hasta que en un momento de tu vejez se manifiesta de distintas maneras, o llevarte ese pensamiento hasta tu otra vida y cuando renazcas se manifieste.

LA RELACIÓN: Este factor es un enlace entre las causas auxiliares y causa interna, una causa auxiliar es como un detonante que activa una acción, el que te digan o hagan algo va a despertar recuerdos, resentimientos o cualquier otra causa interna, incluso amor, y esto va a generar una reacción hacia la persona que propició que esta causa interna se exprese activamente, se puede decir que las personas que sufren y se quejan continuamente sin hacer algo al respecto también son al mismo tiempo causas auxiliares ya que ellos mismos generan sus respuestas emocionales o físicas.

EFECTO LATENTE: Es un efecto que recibimos como resultado de activar la causa interna, un pensamiento que se hacer realidad en el plano físico, ya no mental, el demostrar ira o resentimiento ya es un efecto latente, el demostrar amor es un efecto latente, como podemos observar, todo se genera en dos posibilidades, sin embargo forman parte de una sola entidad.

EFECTO MANIFIESTO:  Es el resultado o efecto que percibimos como consecuencia de la manifestación del efecto latente, puede ser en forma física, mental o situacional,  es un resultado visible y perceptible como por ejemplo, la persona que realiza actos bondadosos y activa este tipo de efectos latentes recibirá como efecto el agradecimiento de los demás, una retribución bondadosa y una paz interior que se reflejará en su semblante y que llenará su vida.

COHERENCIA DE PRINCIPIO A FIN: Este es el factor unificador, aquel mediante el que se demuestra la interrelación de los otros nueve factores, traigamos el ejemplo de una persona que se encuentra en el estado de éxtasis, este se reflejará en su semblante, su apariencia e irradiará bondad y paz por naturaleza será optimista y experimentará estados de júbilo reflejando un estado de dicha a todos los que se crucen por su camino.
Por el contrario, una persona que se encuentra en el estado de infierno o de ira, reflejará lo contrario, un semblante oscuro, lleno de miedo o de rencor, contagiará su pensamiento negativo a todos los que se crucen con él y generan más sufrimiento.
¿Es posible cambiar del segundo ejemplo al primero? Por supuesto que sí, si nos apegamos a una práctica constante, estamos conscientes de nuestros estados de vida y del poder que poseemos para cambiar, ten por seguro que mejorarás tu entorno y tu vida.

Esta filosofía de vida nos presenta un enfoque diferente, una esperanza de cambio en esta existencia, un mejorar las condiciones en que vivimos, nos demuestra que el poder se encuentra dentro de nosotros y solo debemos activarlo para ser mejores seres humanos lo que nos facilitará el logro de la iluminación y liberación de nuestros sufrimientos en el tiempo que nosotros determinemos.

 Hasta la próxima entrega, reciban bendiciones y compartan este mensaje de vida.