”No le podemos enseñar nada a un hombre; sólo le podemos
ayudar a descubrirlo dentro de sí mismo”
(Galileo Galilei )
Días colmados de
bendiciones tengan todos los seres sintientes que pueblan el universo, espero
que esta nueva entrega sea de su agrado.
Tomé como tema de la misma
esta frase de Galileo Galilei, que aún sin ser budista o hinduista o
simplemente practicante de alguna religión existente en su época, debemos
reconocer que fue un ser iluminado, una persona sabia que le dejó grandes
conocimientos a las generaciones actuales, tanto en el contexto artístico como
en el científico y aún en lo espiritual de lo cual la frase que corona esta
entrada es claro ejemplo de ello.
¿Cuál es la función de un
Guru o un Maestro o simplemente un guía espiritual?
Precisamente la de dar luz
ante las interrogativas del hombre, ayudar a vencer las crisis existenciales de
cada ser humano, sea cual sea la creencia que tenga, ya sea musulmán,
cristiano, budista o un simple habitante de una selva desconocida aún y que tenga
a su chamán, sus dioses naturales, y su propia fé. Así sea un perfecto ateo, el
ser humano siempre buscará a otro ser humano que considere iluminado y que le
ayude a clarificar su vida, vencer esas crisis que a veces marcan la existencia
de una persona para bien o para mal, el elegido solamente nos ayudará a
descubrir la verdad dentro de nosotros mismos, no la realidad exterior, sino la
verdadera esencia del ser.
El descubrir lo que hay
dentro de nosotros mismos nos ayuda a conocernos de manera profunda, aunque no
nos agrade lo que encontremos, y nos da la oportunidad de transformar nuestro
ser en algo mejor, con una consciencia hacia lo espiritual. Esto, nos permite
deshacernos de nuestras emociones negativas y expandir las positivas, nos mete
de lleno en un Universo pleno de emociones y sentimientos que muchas veces
tenemos reprimidos y sufrimos por lo mismo.
¿Cuántas veces rechazamos
una caricia o un tocamiento por considerarlo ofensivo o de carácter sexual
cuando la persona, o a veces nosotros, lo hacen (mos) sin ninguna intención
obscena?
¿Por qué sucede esto?
Simplemente porque dentro
nuestro tenemos miedo a la sexualidad, a lo sexual, cuando somos producto de lo
sexual, ya sea por creencias inculcadas por una moralidad excesiva, por credos
religiosos, por condicionamientos sociales, etc., este rechazo nos impide
disfrutar de momentos íntimos, nos lleva muchas veces a la autocondena, nos
llena de sufrimiento en lugar de generarnos gozo, alegría por el momento
disfrutado en sí, por lo que significa una relación sexual, y por lo tanto
cuando sentimos que alguien nos acaricia, abraza o lo hacemos con otras
personas, inmediatamente nuestros condicionamientos afloran y rechazamos o nos
rechazan ocasionando dolor y alejamientos que luego lamentamos sin darnos
cuenta que nosotros los ocasionamos.
Esto sucede en todos los
ámbitos, no solo en lo sexual, en lo social, en lo académico, incluso en lo
espiritual el ser humano siente rechazo hacia todo los que sea contrario a sus
creencias por miedo a descubrir la falacia de lo que le han enseñado, por temor
a lo desconocido, ¿existirá un infierno donde mi alma se quemará por la
eternidad sí creo o practico otra cosa?.
Sin embargo, olvidamos que ese miedo está dentro de nuestra mente y en
ocasiones solo la guía de un Maestro o Guru puede darnos luz y encontrar dentro
de sí la respuesta que nos permita eliminar esos miedos.
En casi todas las
religiones o tradiciones se enseña que somos parte de un todo, que emanamos de
una conciencia universal, parama purusha, o que somos hechos a imagen y
semejanza del creador, pero son tantos credos en nuestro mundo que nos
confundimos y pensamos que solo el que profesamos es el verdadero y los demás
son solo copias o cultos falsos que solo llevan a la perdición de sus
seguidores y que solo el nuestro los puede guiar al paraíso o nirvana, ¡cuán
equivocados estamos!
La respuesta a esta
diversidad de credos está en nosotros mismos, dentro de nuestra mente, ¿Quién
tiene la razón? Todos y ninguno a la vez. Todos porque somos parte del
Universo, es decir somos parte de un todo, nuestra esencia es la esencia
Universal, somos un universo en sí mismo, nuestro Universo en pequeño contiene
los elementos del Universo mayor, ¡como es arriba es abajo!
A la vez nadie tiene la
razón por que hay solo una verdad universal, y todas las verdades expresadas
por los cultos son partes del todo, nadie tiene la verdad total, nadie es
salvador de alguien, cada uno es responsable de su existencia y de su ser,
consciente e inconsciente, esta verdad universal está dentro de nosotros
mismos, es parte de la iluminación el comprenderla, el sentirla y descubrir que
nuestro cuerpo material y el cuerpo espiritual son uno solo, indivisible, es la
naturaleza del Tantra.
Esta individualidad se hace
una con el Universo, tampoco son entidades separadas, son una sola, si el
universo colapsara nuestra vida en este mundo desaparecería, ¿no es así? Y
cuando desaparecemos materialmente nuestra energía se funde con el Universo en
un todo maravilloso, reflexionen en ello.
Surge otra pregunta ¿Qué
nos impide el descubrir por nosotros mismos nuestros conocimientos ocultos?,
Como enseño Budha, la
ignorancia es el origen del sufrimiento, y esta ignorancia va de la mano con el
ego, si no sabemos que sabemos, el ego cree que sabe, y evita buscar en lo
profundo aumentando o manteniendo nuestra ignorancia, es cuando se hace necesaria la ayuda de un
maestro o guía espiritual, es cuando necesitamos reforzar y demostrar nuestra
humildad reconociendo que es necesaria la ayuda de otros para poder alcanzar la
liberación, y nuestra propia iluminación.
El ego crea una armadura
que impide que nuestro verdadero yo aflore y demuestre sus sentimientos y
emociones, asimismo, impide que aceptemos el amor de los que nos rodean y mucho
menos la ayuda que nos puede proporcionar un Guru. El ego nos impide ver más
adentro de nuestras pestañas, nos evita reconocer nuestra negatividad y por
tanto nos niega nuestro derecho a la transformación, el cambiar nuestra
existencia es imposible cuando el ego domina nuestra mente, nuestro espíritu,
cuando nos sentimos los dueños del Universo en lugar de reconocer que somos
parte de lo divino y de la divinidad en sí, negando con ello nuestra unidad y
creando la dualidad que nos impide desarrollarnos como seres humanos.
Saraha
Gaza
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