viernes, 29 de noviembre de 2013

LAS PASIONES MUNDANAS

PASIONES MUNDANAS:


“HAY DOS CLASES DE PASIONES MUNDANAS QUE ENVUELVEN Y CUBREN LA NATURALEZA DE BUDA:
UNA DE ELLAS ES LA PASIÓN DE LA RAZÓN QUE IMPIDE EL CORRECTO JUICIO. LA SEGUNDA ES LA PASIÓN EMOCIONAL, MUTABLE ANTE CUALQUIER EXPERIENCIA”
SRIMALADEVISIMHANADA-SUTRA

Buen día tengan todos, el día de hoy escogí está frase del Srimaladevisimhanada-Sutra, generalmente conocido como Srimala Sutra, en el cúal el Budha enseña la realidad de una última conciencia impecable dentro de cada  ser viviente que es el Ser Búdico.
Reflexionemos la enseñanza presentada en este párrafo, primero, son muy claros los conceptos expresados por el Buda, si, en nuestra existencia siempre estamos regidos por las pasiones mundanas, si nos ponen a escoger entre visitar un antro contra un santuario, la mayoría iría primero al antro.
La pasión mundana se caracteriza por un goce placentero de los sentidos sin un sentido espiritual, puramente físico, como el beber en exceso, fornicar sin descanso, fumar repetidamente cigarro tras cigarro, en fin, tantas y tantas cosas por las que hemos pasado o pasaremos a lo largo de nuestras existencias hasta que tengamos conciencia de lo que nos perjudica seguir este tipo de pasión.
La primera pasión que se nos menciona es la de la razón, ¿quién siendo joven hace uso de la razón para guiar sus pasos en este mundo saha?
Son muy pocos los seres que desde temprana edad utilizan el raciocinio para conducirse dentro de la sociedad, la juventud va acompañada de ímpetu e impulsividad, la falta de análisis de las cosas llevan al ser humano a actuar sin cordura, muchas de las veces siguiendo el impulso generado por los demás, sin pensar en el efecto que estas acciones causarán en nuestro futuro, en el cuerpo temporal que ahora disfrutamos y que a la larga nos cobrará la factura por el trato recibido.
Las consecuencias de nuestros actos poco importan, tan solo es importante el disfrute del momento, el seguir la corriente impetuosa generada por seres que no hacen uso de su razón para elegir el camino correcto y disfrutar de una vida plena en el presente y en el futuro.
Esto no significa que nos convirtamos en aguafiestas, que nos alejemos de la alegría de la vida, que nos apartemos de la sociedad como modernos ascetas refugiándonos en nuestras cuevas modernas rodeados de los avances tecnológicos en busca de la iluminación cibernética.
No, en lo absoluto, el ser humano puede disfrutar de los placeres que cada sociedad en lo particular ofrece, solo que haciendo uso de su razón, analizando los pros y los contras de su proceder, buscando en su interior lo conveniente para su desarrollo emocional, espiritual y humano.
Si actuamos con razón, nuestra vida será más plena, disfrutaremos el momento en su totalidad sin necesidad de aislarnos ni de convertirnos en negativos compulsivos, o detractores acérrimos de los disfrutadores de los placeres mundanos, puesto que aún dentro de ellos encontraremos el camino a la iluminación o cuando menos a la liberación.
El otro punto importante señalado en el párrafo que da pie a esta reflexión es la pasión emocional, esta eterna acompañante de nuestras desdichas y nuestros arrepentimientos, la culpable de nuestros altercados personales y nuestros aislamientos sociales.
El tener fuera de control nuestras emociones nos lleva a situaciones de desesperanza, de angustia, miedo y en términos actuales nos ocasiona severo estrés que, incluso, pone en riesgo nuestras vidas.
Es sabido en nuestro medio que las enfermedades psicosomáticas son ocasionadas por el estrés generado por las personas, dentro de estas enfermedades figuran la depresión, la hipertensión arterial, esta tensión es factor de desarrollo de diabetes, en fin múltiples padecimientos son debidos al estrés, y este se ocasiona por nuestras emociones desbordadas.
La pasión emocional se puede describir como una emoción o sentimiento llevado al extremo,  esto genera por supuesto que defendamos a morir nuestros puntos de vista sin importar si con ello dañamos a los demás seres sintientes, genera entre otras cosas egoísmo extremo.
En algunas tradiciones budistas se menciona que la pasión emocional y su subsecuente efecto se originan en la estimación propia que a su vez tiene su origen en el aferramiento propio, el primero es la generación de autoestima que nos hace sentirnos importantes, más que los otros seres sintientes, y el segundo nos hace querer a nuestro yo (ego) como algo con origen propio, es decir con existencia inherente.
El estar imbuidos de pasión emocional nos evita sentir y mucho menos expresar nuestro amor sincero por los demás seres sintientes y mucho menos desear alcanzar la bodichita ni de generar mentes amorosas y compasivas. Además, nos impide aceptar la correcta enseñanza de Budha.
Para poder generar la mente de compasión necesaria y evitar las pasiones de la razón y emocional, o al menos disminuirlas, y seguir el camino correcto de acuerdo a las enseñanzas plasmadas en el Dharma por el Budha, debemos centrarnos en nuestras meditaciones diarias con el objeto de disminuir nuestro aferramiento propio y nuestra estimación propia y ver en nuestro interior los sentimientos generados después de que las pasiones antes mencionadas aparecen, y decidir si nos sentimos satisfechos, felices o con sufrimiento. Si el caso es el último, y deseamos encontrar la felicidad, es sugerible seguir las enseñanzas de Budha.
Asimismo, nuestras meditaciones o contemplaciones deberán enfocarse en los efectos obtenidos por nuestras acciones tanto por la falta de uso de razonamientos en nuestra vida diaria como lo logrado con el desboque de nuestras emociones haciendo énfasis en los antídotos para estos que son la paciencia y la tolerancia.
Que los Budhas y sus emanaciones los colmen de bendiciones, hasta la próxima.
Gerardo.


viernes, 15 de noviembre de 2013

LA PRACTICA DE IGUALARSE UNO MISMO CON LOS DEMÁS

“EN PRIMER LUGAR, DEBO PRACTICAR LA MEDITACIÓN DE IGUALARME CON LOS DEMÁS. PUESTO QUE TODOS SOMOS IGUALES EN QUE DESEAMOS SER FELICES Y EVITAR EL SUFRIMIENTO, DEBO ESTIMAR A TODOS LOS SERES COMO A MI MISMO”
GUIA DE LAS OBRAS DEL BODHISATVA
Que todos los budas y sus emanaciones los colmen de bendiciones; en la entrega de hoy, quiero compartir este hermoso fragmento que me encontré de un gran erudito indio budista y maestro de meditación de fines del siglo VI.
Al meditar en el significado de este verso, me encuentro con enseñanzas comunes a todas las religiones, algo así como “quiere a tu prójimo como a ti mismo”, o bien me hizo recordar la famosa regla de oro “no hagas a otros lo que no quieras que te hagan”, frase que en mi vida profesional de motivador y capacitador mencione en múltiples ocasiones aunque tal vez sin comprender del todo el significado real o  sin pensar en el enfoque budista que le proporciona una profundidad increíble a estas frases.
En primer lugar, Shantideva nos recuerda que debemos apreciar esta valiosa existencia humana, ya que sin ella no nos sería posible aspirar a la liberación o alcanzar la iluminación. El estimarme no significa de ninguna manera mantener el aferramiento propio que es el que nos lleva a creer que poseemos existencia inherente lo que nos crea la idea de ser  más importantes que los demás y que provoca que la estimación propia crezca de tal forma que incrementemos por tal motivo nuestras perturbaciones mentales tales como el odio, la ira, los celos, la envidia, etc.
El estimarme a mí mismo es cuidarme con el afán último del budismo, alcanzar la iluminación para poder beneficiar a todos los seres sintientes, recordar que poseo el potencial de la budeidad al igual que todos los seres y que al igual que ellos soy capaz de alcanzar la iluminación en esta existencia siempre y cuando siga los preceptos y la enseñanza que el Dharma nos proporciona.
Sin embargo, la segunda parte es la difícil, el llegar a considerar verdaderamente a los demás igual a uno mismo es algo que a la mayoría le cuesta trabajo, incluso entre practicantes laicos es notoria la dificultad que esta práctica conlleva.
En una ocasión, durante una plática con practicantes laicos comentábamos precisamente la igualdad que debe existir entre los seres humanos y algunos manifestaban que aunque eran iguales en creencia no lo eran en títulos profesionales o conocimientos mundanos, evidentemente entre ellos existía una estimación propia sumamente predominante, esta estimación es lo que hace que el hombre o mujer sean arrogantes, prepotentes y ejerzan discriminación entre sus congéneres sea cual sea la práctica religiosa que digan practicar.
El estimar a los demás como a uno mismo o igualarse, es el inicio de la compasión, el asomo a la intención de alcanzar la bodichita convencional, cuando menos, su práctica implica velar y hacer lo imposible por que los demás, al menos lo que nos rodean, sean felices, evitar la ofensa de palabra y física, evitar hablar mal de los otros, ser complaciente dentro de lo lógico y ético, por supuesto, si la complacencia es que nos  pidan matar a otro ser vivo, por convicción religiosa, ética y generación de karma con efectos negativos es necesario negarnos, aunque esto sea causa de infelicidad y sufrimiento en la persona que hace la petición ya que complacerla significará mayor sufrimiento para ambos en el futuro. Hay que usar el sentido común.
En nuestro mundo occidental, específicamente en el continente americano,  es complicado igualar a los otros con uno mismo, el estereotipo está establecido desde los tiempos de la conquista de América, incluso dentro de los mismos integrantes de las diferentes etnias que componen la América nativa, existe la discriminación. Los que tienen apellidos con origen europeo discriminan a los que conservan los apelativos nativos o atesoran la tradición cultural de sus ancestros.
De igual forma, sin tener la realización de igualarnos con los demás, siempre consideraremos al YO, como el más importante sobre todos los otros, nunca consideraremos que los demás son más importantes que yo mismo. Cuando le damos la importancia que merecen los demás, empezaremos a llevar una vida más plena, los conflictos familiares, profesionales o de relaciones públicas o bien se acaban o disminuyen notoriamente.
Shantideva nos proporciona el método para iniciar nuestro camino hacia la Compasión Universal, este método se menciona en el mismo verso. Este consiste en  incluir en nuestra meditación diaria la contemplación acerca de este verso, el aplicar la meditación analítica para llegar a la convicción de que los demás son iguales a nosotros, cualquiera que sea su creencia religiosa, siempre el ser humano va a querer evitar el sufrimiento y alcanzar la felicidad  aunque los medios que utilice no sean los correctos.
Una vez que tengamos la visualización de la igualdad, debemos meditar de manera convergente sobre esta igualdad, primero con nuestros seres cercanos, amigos, parientes, luego con los que consideramos nuestros enemigos y luego con todos los seres sintientes del universo.

 Practiquen esta meditación y notarán un gran cambio en sus vidas.